Jan Mandyn, Harlem; Flandes. Festín Burlesco. Óleo sobre madera de roble. Museo de Bilbao. C 1550
Quienes integramos El Convite, Club Gourmet, grupo gastronómico fundado en diciembre de 2003, les damos la más cordial bienvenida a nuestra página, en la que registramos nuestras actividades gastronómicas, orientadas siempre al disfrute de la buena comida, la recreación de algunas tradiciones culinarias y la convivencia de sus asociados

26 de noviembre de 2007

Laudatem Dominum. Ora pro nobis...


Última cita gastronómica del año en casa de la señora Presidenta. Esta vez nos esperaba una muy agradable sorpresa: un original y delicioso menú integrado por cinco platillos conventuales. Huelga decir que el grupo de conviteros fue recibido dentro de una atmósfera de virtuoso encierro: cánticos de música gregoriana ejecutados por el muy famoso coro de monjes benedictinos de Santo Domingo de Silos, un aroma de perfumados nardos flotando en el aire y parado en el vestíbulo esperaba un amable religioso, el Padre González, quien abrió para nosotros la puerta del "convento", enfundado en blanca e inmaculada sotana. Fue quien nos condujo hasta el refectorio donde nos aguardaban las celestiales viandas preparadas con meticuloso afán por la abadesa presidenta. Sopa de nabo, chiles rellenos de chícharos y acelgas, hongos en aceite, guisado de doradas codornices, robalo en nogada, como los platos principales. Después vendrían los azucarados postres, y haciendo caso omiso del pecado de la gula, todos degustamos la rosca de natas, leche de arroz, suculentos higos y papaya cristalizada. Para beber se nos dio agua de piña, rompope, chocolate y café. Ya de contrabando, el astuto padrecito logró meter al convento, mezcalito de Oaxaca, tequila, cerveza regional y un bourboncito destilado por él en alguna celda del claustro conventual. Felicitamos a la madre superiora Mary Sol y al padre Ferdy por este inesperado y espléndido banquete servido, me olvidaba, en vajilla blanco azul poblana.

10 de octubre de 2007

¡Sin maíz, no hay país!


Este es justamente el lema y el 11avo mandamiento en la casa de los Lozano Ibarra. El pasado 7 de octubre, El Convite acudió en pleno para disfrutar de otra de sus sabrosas comidas, en las que las recetas se entresacan de la vasta tradición culinaria mexicana. Siempre tratando de reunir lo mejor en materia de ingredientes, los Lozano Ibarra nos ofrecieron, para esta gran ocasión, un refrescante tesgüino con unos grillos nativos de la sierra de Puebla, comprados en Atlixco, como rica botana. Después vendría un caldo con garbanzo y unas atractivas flautas con relleno de carne de borrego tatemado, que muy bien podrían figurar en el menú de un restaurant de postín con el patriótico nombre de "flautas bandera", por aquello de estar bañadas en los tres colores de sus salsas. Ya en la sobremesa, mientras que algunos conviteros picoteaban lo último que quedaba de los postres, otros hojeaban, muy interesados, la amplia biblioteca que sobre el tema del maíz, atesora el distinguido graminólogo Oscar Lozano. De nuevo, los anfitriones repartieron el tesgüino para quienes lo pidieron y a otros les tocó en suerte degustar una añeja botella de vino tinto francés. A ellos, en nombre de la ilustre presidenta y de los conviteros todos, los felicitamos por ser siempre tan cumplidos, por la cálida hospitalidad y los ricos platillos saboreados.

17 de agosto de 2007

La historia de este club



Fundado a principios del mes de diciembre del año 2003, nuestro club continúa proporcionando a todos sus asociados nuevas experiencias en el campo de la gastronomía internacional y nacional, mismas que podrán registrarse ahora en este espacio de la red que servirá como su memoria histórica. En esta época, cuando el comer suele verse como un acto rutinario, casi despojado de toda la significación evolutiva y cultural que entraña, buscar la esencia de cada cocina nacional, se ha vuelto una muy interesante experiencia que siempre nos conduce a conocernos mejor a nosotros mismos y a entender otras culturas. 

En las numerosas maneras de preparar cada comida, los pueblos de todas las épocas y latitudes, han encontrado la vía para expresar su especificidad y al mismo tiempo, la manera de incluirse en una globalidad que nos uniforma. Nuestro afortunado grupo de gastrónomos ha recorrido, hasta ahora y a través de la comida, la geografía de veintiún países, entre los cuales se cuentan dos considerados como cunas de la civilización mundial: India y China. 

Después de catorce años de haber nacido como un grupo organizado, todos hemos degustado emblemáticos platillos originarios de Alemania, Argelia, Bélgica, China, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Grecia, India, Inglaterra, Irak, Italia, Japón, Malasia, Marruecos, Mongolia, Perú, Polonia, Turquía, Tailandia, Vietnam y nueve regiones de México como Guerrero, Jalisco, Estado de México, Morelos, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Veracruz, Yucatán y el Distrito Federal.