Jan Mandyn, Harlem; Flandes. Festín Burlesco. Óleo sobre madera de roble. Museo de Bilbao. C 1550
Quienes integramos El Convite, Club Gourmet, grupo gastronómico fundado en diciembre de 2003, les damos la más cordial bienvenida a nuestra página, en la que registramos nuestras actividades gastronómicas, orientadas siempre al disfrute de la buena comida, la recreación de algunas tradiciones culinarias y la convivencia de sus asociados

2 de enero de 2008

Por cielo, mar y tierra...


Cita de última hora en la casa de los Hernández Aragón para despedir el año 2007 y celebrar juntos el cuarto aniversario del El Convite, Club Gourmet. En un ambiente muy decembrino que combinaba el árbol de navidad con el nacimiento de barro mas tradicional, el grupo fue recibido por los anfitriones quienes ofrecieron como entrada un rico mousse de pato y otro, no menos bueno, de atún, los dos acompañados de un sabroso pan de centeno. Mientras tanto y desde algún lugar de la casa, las suaves notas de clásicas canciones navideñas como “O Tannenbaum” y “Rudolph, red-nosed reindeer”, llegaban a la sala como tenue fondo musical.
Aunque la reunión parecía que se desarrollaría con una membresía diezmada por la gripe y los males estomacales, poco a poco se fue juntando el quórum legal, y ya completo el grupo pasó a sentarse en la mesa preparada para la ocasión y dispuesta junto al brasero, donde el diligente chef Hernández preparaba, con sabia experiencia, las chirriantes brochetas que ofrecería. Y así llegaron entonces a la mesa, unos jugosos pinchos que por combinar las sazonadas carnes de porcinos, volátiles, mariscos y bovinos con pimientos dulces, plátano macho y calabaza regional, recibieron el proverbial nombre de brochetas “Cielo, mar y tierra”. ¿Y de postres? Dos, panqué de manzana con dátil y un exquisito pie de limón. Termino ya la crónica de este evento, comentando a ustedes que la nota la dio el presbítero González, quien, armado con su clarinete en mano y después de haber leído a las damas conviteras la biografía de Santa Rita de Casia, para conminarlas a que de ella tomasen ejemplo en su vida marital, deleitó a la concurrencia con las interpretaciones excepcionales de melodías como “Solamente una vez” “No llores por mi Argentina” y “Silent night”, entre otras. Lo acompañó un coro canino muy aullador y desesperado. Se agradece a los anfitriones la “brochetada navideña” y la cálida hospitalidad de siempre.