Jan Mandyn, Harlem; Flandes. Festín Burlesco. Óleo sobre madera de roble. Museo de Bilbao. C 1550
Quienes integramos El Convite, Club Gourmet, grupo gastronómico fundado en diciembre de 2003, les damos la más cordial bienvenida a nuestra página, en la que registramos nuestras actividades gastronómicas, orientadas siempre al disfrute de la buena comida, la recreación de algunas tradiciones culinarias y la convivencia de sus asociados

28 de abril de 2008

Las delicias del Mar Bermejo


Los cambios para la comunidad de El Convite siguen llegando. Esta vez, la propuesta de la Paty y el Óscar, al ofrecernos una exquisita comida de pescados y mariscos junto a las playas del histórico puerto de Altata, contribuyó a dinamizar y variar la experiencia gastronómica del grupo. De hecho, los banquetes de estos dos chef que por alguna extraña razón prefieren nunca coincidir en la cocina y mucho menos compartir la licuadora, siempre han sido ocasión para disfrutar de singulares y muy sabrosos platillos. Sus convites suelen comenzar meses antes de que se hagan realidad, cuando investigan y se documentan sobre los mejores ingredientes, la técnica adecuada y las recetas más auténticas, que ellos retoman y rescatan del saber popular. Y esta vez no podía ser la excepción: con la bahía como espléndido marco, los anfitriones nos ofrecieron paté de marlín, atún con crema, jícama con zanahoria y unos mejillones gachupines que en Altata recibieron pasaporte mexicano para convertirse en choros sinaloenses. Después vendrían los platos fuertes que hicieron honor a la gran biodiversidad que caracteriza al Mar de Cortés, a ese golfo que Jacques Cousteau bautizara como el acuario del mundo: calamar en jugo de almeja, caguamanta, estofado de manta raya con arroz y el exótico y venerable tixtihuil de camarón, un plato que los indios acaxees y totorames seguramente saboreaban después de hartarse de la carne humana. Siguieron los postres que no desentonaron para nada con todo lo anterior. Pan de mujer altateño, pero en un formato muy especial, hecho ex profeso para El Convite, pay de limón al estilo de Laura Aragón, que entre paréntesis, es mi postre favorito, los míticos tacuarines y, finalmente, queso ranchero con miel de caña que, aunque sea de humilde cuna, combina delicados sabores y sabe alcanzar un balance entre lo salado y dulce, digno de la mejor repostería mundial.
Luego, el anfitrión sacó la llave del bar del Cigüeñas y empezaron a salir de ahí, embotelladas, todas las combinaciones etílicas que el hombre ha imaginado en su historia: cerveza, vinos tinto, blanco y rosado, cava, brandy, tequila y licorcitos para el obligado desempance, además de que Don Oscar, jarra en mano, pasaba de tanto en tanto ofreciendo café, café café.... Aquí no había límites, era lo que cada quien quisiera pedir y ordenar. Por supuesto, toda la comida estuvo animada con música sinaloense y caribeña desde Luís Pérez Meza y el Trío Chiqueritos, hasta las mejores cumbias colombianas mezcladas con sonoros danzones antillanos. Felicitamos pues a los Lozano Ibarra por su atinado sazón en la cocina, la hospitalidad de 5 estrellas que nos dieron y la noche de hospedaje gratis que algunos conviteros no dejaron que se fuera en balde.