Jan Mandyn, Harlem; Flandes. Festín Burlesco. Óleo sobre madera de roble. Museo de Bilbao. C 1550
Quienes integramos El Convite, Club Gourmet, grupo gastronómico fundado en diciembre de 2003, les damos la más cordial bienvenida a nuestra página, en la que registramos nuestras actividades gastronómicas, orientadas siempre al disfrute de la buena comida, la recreación de algunas tradiciones culinarias y la convivencia de sus asociados

22 de noviembre de 2010

Desde la península Ibérica


Inicia la temporada de invierno con una comida en la Casa de los González Peña. El anfitrión nos recibe con un menú de bebidas fuertes y espirituosas, acompañadas de algunas recomendaciones para el beber y un código de conducta para el borracho potencial: una tarjeta amarilla para cuando el acompañante se está pasando de copas y la roja cuando comienza a decir sandeces. Y es que es difícil mantenerse sobrio en una casa donde el bar se equipara al que tiene un hotel de cinco estrellas y el barman parece que fue entrenado en la mejor escuela de someliers de Nueva York. Es por eso que el anfitrión toma sus precauciones y nos advierte, con toda razón, que nuestras borracheras no son responsabilidad de la casa, sino únicamente de el que empina el codo y su consorte que no le marca el alto.
Ya con el guarache puesto, todos empezamos a hincarle el diente a las botanas –una muy rica, por cierto, el picadillo de encurtidos me proporcionó durante la noche una ligera sensación de infarto al miocardio que sólo fue una falsa alarma. Cacahuates de Virgina vinieron después y ya en la mesa degustamos una crema de cilantro y espinaca y como plato principal, nada más y nada menos, que un pescado a la sal acompañado de papas al gratín y ensalada de lechuga con aderezo de ajonjolí. Muy rico la verdad, preparado con pericia por Mariza y mejor servido por Don Ferdi, su marido. Y es que esta excelente comida vino a cumplir cabalmente con el articulado del reglamento que obliga a cada socio a preparar, por lo menos una vez al año, una comilona de tres platillos originales que no figuren en la carta de los restaurantes de la localidad. Ya en la sobremesa, las papilas gustativas habrían de solazarse sobre un postre de yogur con mango muy rico que se sirvió para aderezar los temas de conversación que oscilaron desde la eutanasia, el uso de maderas preciosas, el tamaño de los terrenos en Cerritos, hasta rematar con una clase de bienes raíces que muy doctamente impartió nuestra amiga Paty García Félix. El que esto escribe con todo el resto de la membresía felicitamos a nuestros amigos por tan espléndida comida y tan simpática velada.

30 de octubre de 2010

En el Enramada Inn


¿Cómo abreviar en una sola frase el rico Convite que ayer domingo nos ofrecieron los Lozano Ibarra? Yo diría que así: La Civilización hermanada con la Madre Naturaleza… porque eso fue la comida que nos dieron, un menú gourmet servido en vajilla de porcelana con cubertería de metal en medio de un bello claro de nuestra selva baja caducifolia la que, todavía verde, nos rodeaba con sus vinolos, inmortales y palos brasil. Ahí, y después de apagar un abanico cuyo ruido interfería con el fondo de sonatas para piano de Beethoven, conciertos para oboe y corno francés de Mozart y Rostropovich, Oscar y Paty nos fueron sirviendo, primero, una rica entrada: sardina a la cazuela, muy buena por cierto, seguida de un lomo de puerco bañado en salsa de soya y piña, acompañado de arroz a la peruana y una ensalada de ejotes con uvas. Una combinación que mucho agrada al que esto escribe porque él cree que la idea de combinar frutas dulces con vegetales es muy atinada. Después vendrían los postres: flan de leche con caramelo y dulce de calabaza con piloncilllo; aquí lo difícil era saber si lo que comía uno era calabaza del tipo sehualca o arota; eso nomás Don Oscar es capaz de saberlo. Por supuesto y como en otras felices ocasiones, los Lozano Ibarra ofrecieron a sus invitados, en la punta del cerro, espléndidos vinos italianos, españoles y mexicanos con un cafecito bien cargado que me mantuvo con los ojos abiertos hasta las tres de la mañana del día de todos los santos. Una velada gastronómica muy relajada que volvió a poner a flote este club que ya por un pelo andaba naufragando o yéndose al valle de las calacas. Damos las gracias por todas sus finas atenciones y felicitamos a nuestros dos amigos por tan rica comida servida con gran esfuerzo y dedicación. Dejen ustedes aquí sus comentarios o impresiones más personales...

28 de septiembre de 2010

¡Viva Guadalajara, pues!


Con ingredientes de la Perla Tapatía, esta vez Laura y Sergio nos ofrecieron una exquisita comilona precedida por una colorida como variada botana consistente en pepitas de calabaza, habas enchiladas, nanches, pepinos y jícamas; sin faltar obviamente el tequila, la buena cerveza y limonada con chía o salvia hispánica para los abstemios, rica en omega 3 que parece ser excelente y recomendable para personas con juventud acumulada como los honorables miembros de tan prestigiado club, ya que a través de la tertulia nos fuimos percatando de lagunas mentales tan grandes como el lago de Chapala. Como entrada, una vez en la mesa, nos sirvieron unos minichayotes de rechupete rellenos con su propia carne en bechamel, combinada con pimientos, nopales y algo de jamón todo ésto picado y horneado antes de emplatar. El delicioso platillo fuerte consistió en carne de puerco en pipián con tomate milpero, unos minúsculos tomatillos verdes que para algunos como el que escribe fue completa novedad. Como guarnición se saboreó un exquisito arroz blanco con pan de elote, especialidad de la siempre aplicada chef Laura que no descuida detalle para halagar. El vino tinto chileno logró adecuado maridaje con el menú.
Terminamos con un delicioso dulce de mamey elaborado con yema de huevo, leche condensada y adornado con trocitos de nuez servido en finas copas de vidrio recién soplado en Tonalá. Para el desempance pasamos a la sala a saborear el rico café de la casa, rollo de guayaba con leche traído del mercado de San Juan de Dios y ricos suspiros o minimerengues que parecían recién salidos del horno. Los temas discutidos en la sobremesa fueron tan variados como la botana; desde el porqué la carne en Culiacán no es tierna y jugosa como la americana, hasta la acalorada discusión sobre el edificio de Telmex en Guadalajara cuyo desplazamiento el tapatío anfitrión se negaba a reconocer calificándolo de leyenda urbana.

10 de junio de 2010

Desayuno en Tiffany's


Entre las refrescantes mimosas de jugo de naranja con champagne y el helado de pitaya, esta vez tuvimos la oportunidad de saborear un rico desayuno elaborado por la chef Cecilia y su pinche Carlos, quien ahora sí nos demostró sus aptitudes culinarias cocinando un delicioso omelete Denver guisado en tocino y diversas verduras para posteriormente darle un dorado al horno y decorarlo con el rojo del pimiento morrón y el verde del perejil una vez emplatado. Es bueno decir que superó con creces su elaborado platillo de salchichas tan cacareado y pasó de auxiliar de cocina a casi chef. Cecilia se lució con una macedonia de frutas del desierto servida en vasos multicolores, mezcladas con miel y coronada con ricotta y pistaches que combinaban sus sabores, texturas y colores como excelente entrada para pasar al segundo tiempo que consistió en unos curiosos como sabrosos pancakes de maíz con crema ácida y mermeladas de pimiento y jalapeño. El plato fuerte fue entonces el omelete antes mencionado y para finalizar unos ricos pastelillos, fruta del horno de las Castro Guerrero que llegaron de milagro y la nieve de pitaya estilo San Ignacio con tres leches, receta de doña Licha Manjarrez.

Entre plática y plática los temas fueron muy variados extrañando las anotaciones de Ferdi Gonespi y su blackberry sobre todo en asuntos de sexualidad, por encontrarse con Mariza celebrando algún evento familiar en la Perla Tapatía, desde donde seguro nos traerán nuevas recetas y algún buen tequila para el próximo convite que tendrá lugar en Cerritos, terreno campestre de los Lozano Ibarra al norte de la ciudad, entre mosquitos bajo los inmortales, rodeados de coyotes, culebras y cachoras de la flora y fauna local.