Jan Mandyn, Harlem; Flandes. Festín Burlesco. Óleo sobre madera de roble. Museo de Bilbao. C 1550
Quienes integramos El Convite, Club Gourmet, grupo gastronómico fundado en diciembre de 2003, les damos la más cordial bienvenida a nuestra página, en la que registramos nuestras actividades gastronómicas, orientadas siempre al disfrute de la buena comida, la recreación de algunas tradiciones culinarias y la convivencia de sus asociados

30 de abril de 2012

La Resurrección de Lázaro


Ayer, domingo 29 de abril, ocurrió un milagro. Sin que mediara la intervención divina, un cadáver salió de su tenebrosa y obscura tumba y volvió a la luz del día. Algunos pensarán que se trataba del bíblico personaje de Betania, que volvía del más allá de nueva cuenta, pero no era así. Era El Convite, nuestro Club, el que se ponía en marcha de nuevo después de dormir casi medio año, para terminar así con un dilatado lapso de inactividad. Y es que algo sucedió que dejamos que pasara el tiempo; a lo mejor porque se quería descansar de las hornillas, pero la verdad era que siempre todos estuvimos dispuestos a regresar y transitar por nuevas sendas culinarias. Y así el reinicio de actividades les tocó al Oscar y la Paty, quienes recibieron al grupo en su residencia de Las Quintas -porque tienen proyectada otra en Los Cerritos, que promete ser un palacete de verano, ya verán. Abrieron las puertas de su casa y nos recibieron con un suculento menú que implicaba ingredientes regionales, muy versátiles y presentados en nuevas y atractivas combinaciones. Toda la comida fue un homenaje a los quelites mexicanos, esas humildes hierbas que crecen en la milpa pero que nutren mucho, y al cochi, porque éste estuvo presente en las botanas (en forma de guacamole con chicharrón y unos exquisitos recortes de orejas en vinagre) y también en el platillo principal: unas costillas frescas de marrano en verdolaga con salsa de tomatillo y un toque de ajonjolí semi quemado. Esta técnica de semi achicharrar un ingrediente la aprendió Oscar probablemente en el restaurante el Bulli , en su último viaje a Barcelona, España.

Después de las botanas llegó una ensalada fresca de legumbres con frutas aderezada con una salsa de orégano, muy buena, por cierto. Luego el plato principal ya descrito que venía acompañado de frijoles negros al epazote (otro quelite mexicano) con queso del famoso rancho la Higuerita de Amatán, mismo que empieza ya a poner sucursales en esta capital ¿Alguno de ustedes está interesado en la franquicia?. Los postres todos muy buenos: camote enmielado con un toque de mantequilla, fresas al yogurt y guayabate con queso de rancho. En este convite de primavera los anfitriones tuvieron como invitados especiales a sus propios hijos, Diego y Rodrigo, éste acompañado de Patricia, su esposa. Esta vez gozaron del privilegio de que se les sirviera, sin hacer nada más que pedir, una buena diferencia si se recuerda que en los últimos nueve años los han traído  de meseros, lavaplatos, choferes, cargadores y mensajeros. De todo, pues, menos de invitados.

Ya en la sobremesa, Oscar nos habló sobre el significado ritual y simbólico de las partidas de judíos venados y huelleros en las festividades de la Semana Santa de Tehueco, en la que anduvieron él, Paty y Diego de achichincles del Doctor Jesús Jáuregui, un distinguido antropólogo del INAH, que está actualmente registrando las tradiciones yoremes y mestizas del estado. Una plática muy interesante, luego seguida del resumen oral que Fernando nos dio de su experiencia Maturana en Chile y la proyección de un documental sobre la historia de la misión franciscana de Santa Bárbara, producido y filmado por nuestro amigo David Bolton, de Cultural Global Media.

Ya abusando de la confianza y amabilidad de tan notables anfitriones, algunos conviteros, incluído el que esto escribe, se quedaron hasta entrada la noche platicándo sobre diversos temas o chismes y degustando una que otra quesadillita chicharronera que había quedado desvalagada en la cocina. Un convite de primera que sirvió para levantar de su tumba a Lázaro y al grupo, gracias a la hospitalidad de nuestros queridos amigos los Lozano Ibarra.